Hola! Bienvenidos al primer número de mi newsletter. Si preferiu llegir-la en català, també podeu fer-ho:
👀 All eyes on Sarko
Esta semana empezó fuerte: Nicolas Sarkozy fue condenado a tres años de cárcel por corrupción y tráfico de influencias por intentar sobornar a un juez. Ocurrió dos años después de abandonar el Elíseo (fue presidente entre 2007 y 2012) y es conocido como el caso “de las escuchas” o “Paul Bismuth”.
Resumiéndolo mucho: Sarkozy le habría ofrecido un puesto en Mónaco a cambio de información sobre un caso en el que estaba involucrado. Le pillaron unos investigadores a través de escuchas telefónicas mientras le investigaban por otro asunto (sí, hay tres tramas distintas solo en este párrafo).
Escribí sobre ello en elDiario.es desde el Tribunal Judicial de París.
👩🏼⚖️ Condenado, sí. Peeeero, no le veremos entrar en prisión. Al menos por ahora, porque:
Recurso de apelación: Sarkozy defiende su inocencia y ha recurrido la sentencia, que deberá será revisada por un tribunal superior. Este proceso anula, por ahora, el cumplimiento de la pena.
Arresto domiciliario: de los 3 años de condena, solo 1 implica prisión firme. Además, el tribunal dijo que podría cumplirla desde casa con un brazalete electrónico. Los otros 2 años de prisión están “exentos de cumplimiento”, es decir, por ahora no cuentan pero se podrían tener en cuenta para futuras condenas. Y esto puede ocurrir.
⚖️ Otro juicio en 15 días. Hay que hacerse un croquis para no perderse con las tramas en las que está (o ha estado) involucrado Sarkozy. Lo importante es que tiene dos juicios pendientes por financiación irregular de sus campañas presidenciales (2007 y 2012). Uno ya tiene fecha: 17 de marzo.
¿Has visto The Killing (Netflix)? Yo sí y Sarkozy también. Es la serie que se puso a ver la noche después de la sentencia, en familia. Lo contó en una entrevista donde dijo que piensa llevar el caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, si hace falta. También hemos visto a Carla Bruni apoyándole incondicionalmente.
Para terminar con el tema. Pase lo que pase, esta condena es un big deal para Francia por varias razones:
Se trata de un expresidente y no es la primera vez que ocurre. Su antecesor, Jacques Chirac, también fue condenado por corrupción. Sentencias como la de esta semana refuerzan la idea de que las cosas están cambiando y que los hombres poderosos dejan de ser intocables.
Sarkozy, influyente en la derecha: su partido (Les Républicains) aún no tiene líder para las presidenciales de 2022 y muchos fantaseaban con su regreso en política. La condena divide aún más a los conservadores —algunos le han apoyado en público, otros no— y el partido tendrá que definir muy bien su estrategia si quiere hacer una buena campaña electoral.
🥬 ¿Qué pinta esta col en medio de la calle?
🎵 Es un tributo al artista francés Serge Gainsbourg (si no le ubicas, me apuesto lo que sea a que has escuchado esta canción), toda una leyenda en Francia. Esta semana se cumplieron 30 años de su muerte.
Cabeza de col era uno de sus apodos en referencia a su disco “L’homme à la tête de chou”, aunque muchos lo atribuían a su físico (yo le veo un aire a Adam Driver).
Su apartamento y su tumba en París se han convertido en lugares de peregrinación (y sí, en ambos hay coles en su honor).
Me acerqué a su apartamento para ver el ambiente (estaba a tope, como suele ocurrir en estas fechas señaladas) y conocí a esta mujer, que me contó que justo en frente había vivido Karl Lagerfeld y que hasta le había visto una vez sin sus míticas gafas.
☝🏻 Provocador y polémico. El talento de Gainsbourg persiste (sus canciones lo siguen petando en Spotify), pero su personalidad también da de qué hablar. Aquí algunos de sus momentos más polémicos:
El “I wanna fuck you” que le soltó a Whitney Houston en directo (a partir del minuto 01:00). El presentador no sabe dónde ponerse…
La canción Je t’aime… moi non plus fue prohibida en varios países (entre ellos España, Italia y Reino Unido). Aquí tienes el porqué.
Versionó La Marsellesa en reggae y fue todo un escándalo.
Y quemó un billete de 500 francos en otro programa de televisión para criticar al Estado. Lo que queda de este billete se vendió en subasta por 5000 euros.
Muchos se preguntan si habría sobrevivido a la era del #MeToo (y del #MeTooIncest, emergente en Francia, del que ya hablaremos otro día). Esto es lo que opina su hija, Charlotte Gainsbourg.
Polémicas aparte, su hija ha anunciado que el apartamento se convertirá en museo. Se ve que la casa sigue intacta desde que falleció (!!!) y que casi nadie ha entrado allí tras su muerte. Si estás en París, aquí va una alternativa para entrar en el universo Gainsbourg:
Galeria Hegoa: hay una exposición de fotos de una de las pocas personas que ha tenido acceso en su casa (se trata del sobrino de su mayordomo, según me han dicho en la galería).
🍿 Y si te gustan los biopics tanto como a mi, aquí tienes el suyo: Gainsbourg: vida de un héroe (Netflix)
Hasta aquí el primer número de esta newsletter. ¡Gracias por leerme!
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Nos vemos la semana que viene con más novedades desde París 🥐🍷
Sara
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Felicitats!! Per aquesta newsletter..bon començament!!! Endavant
Pese a todo, Sarkozy fue el último gran presidente de Francia